Un árbol urbano es fuente de una gran variedad de servicios ambientales, muy apetecidos en un medio cada vez más hostil; el más evidente para la mayoría, es la sombra y disminución de la temperatura; pero aspectos relacionados con el paisaje, el hábitat para las especies de fauna, la conservación de la biodiversidad, entre otras, siempre están presentes.

Por otro lado está la problemática del arbolado urbano relacionada con lainterferencia de la copa del árbol con cables, postes, edificios o señalética o levantamiento de banquetas, ruptura de tuberías y demás infraestructura por su raíz; si nos detenemos un momento en esta problemática, advertiremos rápidamente que el problema se origina en la mala selección de las especies para un sitio especifico, la falta de planificación de la infraestructura, la ausencia de manejo y mantenimiento adecuados o simplemente que invadimos el hábitat natural del árbol.

En cualquier caso, todas estas causas son de origen humano y por lo tanto se pueden gestionar en diversos ámbitos: El legal o políticas de gobierno; el de mantenimiento en caso de áreas públicas, la iniciativa privada que requiere manejar el arbolado existente o establecer uno nuevo en sus proyectos y el social, referente a cómo el habitante urbano se relaciona con el árbol; un tema que apunta a la educación y cultura ciudadana. 

Todo esto debe ser guiado por especialistas en árboles urbanos, disciplina que no es  nueva, pero simuy joven en la región. Cada uno de estos ámbitos, serán desarrollados en ediciones posteriores; sin embargo, hoy quisiera dejar una idea en el imaginario colectivo:

En Octubre pasado, en un foro sobre arboricultura en Irapuato, el ponente, un arborista certificado por ISA (Internacional Society of Arboriculture) explicaba que la importancia del árbol urbano está en el dosel o follaje y que con frecuencia no pensamos cuando plantamos o podamos; en este sentido, nos ilustró su experiencia de cómo al eliminar algunos árboles en un bosque urbano y manejar los que quedaron, maximizó los beneficios ambientales, generó un paisaje muy bien integrado al ecosistema urbano y eliminó buena parte de la problemática descrita.

Entonces nos preguntamos si esto aplicaría en nuestro medio y a reserva de conocer diagnósticos detallados del arbolado urbano en nuestras ciudades y a recomendaciones del gremio de arboristas; es necesario considerar que en muchos casos, no requerimos plantar más árboles en un área sino que necesitamos manejar los existentes, incluso si esto implica eliminar algunos; pero esto deberá obedecer a políticas de gobierno, a educación ambiental sobre el árbol urbano y dirigido por especialistas; para que no siga siendo incomprendid.